
En una de las paredes del MALBA el Capitán Chas encontró una verdad tremenda:
La figura A (dada vuelta) se decía lo siguiente: "Que complicado es el mundo. No alcanzo nada. No encuentro. ¡Quiero ser!".
La figura B le contestaba: "Eres lo que eres, y no lo que quieres. Todo lo que buscas, ya lo tienes. Mientras menos te muevas, más te acercarás".
Eran parte de las Fábulas Panicas, publicadas en el Heraldo de México en 1967, y su autor era el excéntrico global, A. Jorodowsky.
Recordó que el mismo autor había dirigido a fines de los sesenta un Western Panico, "El Topo", en el cual un pistolero se convierte a la filosofía zen, y su carrera de asesinatos se transforma en un sueño sufista, budista, esotérico, alquímico, con algo de tarot y otro poco de Jung (esto último aporte del catálogo de "La Era de la Discrepancia").
Mientras tanto, en un protegido campito de Luján, Charlie se negaba a bajarse de un ombú. "Volá..." le gritaban desde abajo "...volá como un Tucán". Claro, querían que se matara de una buena vez, porque ya los tenía repodridos: exigió una máquina de pinball para su cuarto, rompió un bidet, y como buen desagradecido, se negaba tercamente a componer una nueva versión aggiornada de "La Felicidad, ja ja ja ja" obra cumbre del inmortal Palito. Estaba chivo el muy cabrón, encaramado en su rama.
Si vas a delirar, por favor, que sea con estilo, que sea con esmowing...