sábado, 18 de septiembre de 2010

Zeus y el estado de las cosas

LA CHICA DEL ALMANAQUE (ES CORTESIA DE ALEK'S Cafetería y Sandwichería)
GRACIAS LUCIO !
La belleza dominó el mundo desde antiguo; hizo perder la cabeza no solo a reyes (remember Troya), sino también a los dioses (Zeus siempre fue un experto, si mal no recuerdo). La mía rueda casi siempre. Una ecuación genética precisa, percutiendo en el modelo de la época, y nuestra plataforma química/hormonal, se descompensa, se nubla nuestra comprensión, y volvemos a ser simios. Otra vez al chimp dance.
Difícilmente el impacto social de la belleza estética cambie en los próximos siglos: los poderosos buscarán belleza y la belleza buscará poder.
Y si Zeus sigue vivo (no hay razón para dudarlo), continuará metiendo la pata hasta el caracú. Raro que en la era de la comunicación no nos hayamos enterado. Tal vez -astuto como es- se volvió mucho más sofisticado que antes. Tal vez se hizo estrella de rock o futbolista: seducir jovencitas hasta el cansancio, sin necesidad de transformarse en ganso, en zorro, en árbol o en demás incomodidades.
De todos modos, el Universo tiene sus leyes que no pueden ser cambiadas. En ese estado de cosas, creo que es indispensable notar la belleza, pero sin aferrarnos. Soltar. Comprender que la belleza es pasajera, que irá mutando y que siempre tiende a desaparecer.
Si los dioses se equivocan, ¿que nos queda a nosotros, los simples mortales?

lunes, 6 de septiembre de 2010

Carta abierta a Bond

En el casino de Punta del Este, en el futuro:
- Soy Bond, el Comandante James Bond
- Yo soy Chas, el Capitán Chas Chas, por si no me habías reconocido. Y mi trago preferido es el rusty nail, modificado: medidas dobles, tres hielos, se le agrega un dedo y medio de soda y medio dedo de jugo de naranja -eso abre el gusto del whisky, como una flor-.
A esa altura el Capitán Chas Chas se había mimetizado con el Corto Maltes, y como en los últimos tiempos, después de un trago comenzaba a hablar con extraño acento mediterráneo (que nunca había tenido).
Al rato cambiaron tarjetas, las de Bond estaban sangradas, las de Chas impecables, apenas arenadas. Bond estaba cansado.
- ¿Sabés que James?: debieras psicoanalizarte, sos un demente psicopático, como también lo era el sanguinario che guevara, como lo era george w. bush, ...como tantos otros. Y tanto desprecio al género femenino..., vos le pudriste la cabeza a unos cuantos, y también a mí de chico. Con tu ejemplo -y también con el ejemplo de mi padre- ¿cómo pretender que yo siente cabeza? Después de todo, la mujer también es un ser humano.
Bond no pareció emocionarse, solo buscó más fichas en su bolsillo e intentó una mueca. Claro que no supo que mueca hacer; es que lo habían interpretado tantos actores que no tenía muy claro como seguir.
Se saludaron con un apretón de manos.
Antes de irse Chas le dijo:
- ¿Sabés que James? Hoy corté amarras, hoy soy el espíritu de la libertad.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Esto es lo que soy

Soy la experiencia de Hendrix y el humo sobre el agua de Purple;
la imágen poética de las naves ardiendo sobre el hombro de Orión;
el vértigo de las Playboy y las Penthouse a fines de los setenta;
la búsqueda constante de esas huellas en mi psíquis, las que explican casi todo.
Soy el que expandió la conciencia hasta ver los universos concéntricos de Borges;
el que sabe que se está muriendo -y tiene miedo-, como todo el resto;
el que piensa que las Valkirias cabalgan en esas nubes, tan al sur.
El que se esfuerza por anclarse en el presente (dejar ir el pasado, dejar ir el futuro);
el árbol solitario, conocedor que el paisaje que lo rodea -vasto, abrumador-, no debe ser temido.
Soy el que a veces se sorprende vacío de si mismo:
el que se hizo mar, se hizo ola que rompe, se hizo arena,
el que entonces, -por un rato- dejó de ser.
Soy ansia, y otras veces -simplemente- no soy nada.
Soy el que quiere perdonarse, el que busca paz y cuando puede la comparte.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Un superhéroe olvidado


R.Man, R.Man, laralalalalala (la música es la de Spiderman, por los Ramones).

Este es el más curiosos de los superhéroes: tan discutible que nunca tuvo el OK de los Watchmen, por lo que funcionó como un lobo solitario: casi un onanista justiciero.

Una mente brillante, gigantesca, detrás de una vena única que late furiosa. La soledad en la gran Metrópolis, el exceso de comics en la adolecencia, las miles de hamburguesas, la frustración, su cercanía con otro personaje pornográfico que se hacía llamar "Electro", o lo que putas sea (que no viene al caso realmente), forjó a este ser gris, abominable, divino.

Su intuición lo llevaba antes que nadie a la escena de un crimen potencial. Estudiaba el lugar, estudiaba a las víctimas eventuales, y al rato, también estudiaba al criminal: podía entrar en sus diminutas mentes, comprender el plan en ciernes y descubrir sus flaquezas.

El resto era puro músculo, sorpresa, algo de aikido, un teaser y gas pimienta. Siempre se sintió identificado con el -modesto- Avispón Verde.

Y si... invariablemente R.Man salvaba a las víctimas de sus desprevenidos victimarios. Los dejaba atados con precintos, molidos a palos, ojos enrojecidos, semielectrocutados.

El down-side, obviado por los diarios, era que luego de salvar a los indefensos y agradecidos ciudadanos (no hacía discriminación alguna) los llevaba a su guarida móvil (una van Chevy modelo 85) y les exigía imperativamente una prueba de amor. No hay rosas sin espinas, no hay dioses sin barro.

Por eso, este es el superhéroe más controvertido y erótico.

De Brooklyn -y los Hamptons- para el mundo: R.Man rules.