sábado, 14 de julio de 2012

Un cielo celeste pastel




Cuando era chico imaginé un cielo francés, celeste pastel: para ser más preciso, creo que lo robé de una historieta de Tintín, y que también lo transpolé a otras historietas, Ese cielo perfectamente celeste (si no recuerdo mal, venía con un muelle debajo) se transformó en un ideal: quién lo desentrañara, quién entendiera sus diferentes texturas superpuestas, su profundidad, las sutilezas que habitaban en las nubes..., esa persona entendía todo.
Con el tiempo, por diversas razones, dejé de buscarlo.
Sospecho, que el día de mi muerte, esa certeza de celeste pastel me va a envolver, y debajo un barco, un mar, una aventura.