lunes, 2 de febrero de 2015

Lucio y las tres esferas del amor (Parte II): Lucio y el Capitán Chas Chas en el Viejo Hospital de los Muñecos

Y como terminó lo de Lucio...? Bueno, un tiempo más tarde me lo explicó Manuel, el mozo tucumano y sonriente, que ya se había recuperado plenamente de un injusto ACV (pero que todavía me genera desconfianza cuando me trae un café). Les recuerdo que Lucio estaba profundamente enamorado del amor de su vida, que a su vez estaba en pareja con otra persona desde hacían varios años. Manuel lo expuso así: - Resulta que esa mujer, se decide entonces a tener un hijo con el que era su novio, pero no estaba enamorada de ese tipo, para nada... Conociéndolo a Lucio, ese debió parecerle un acto contrario al orden natural del universo. Según puedo reconstruir ahora los segundos se volvieron flechas envenenadas; las horas y los días eran como la agonía y el exterminio de una nación entera. En ese dolor naufragaba Lucio, a la deriva, sin sol, sin luz, en soledad. Por suerte, el Capitán Chas Chas, notando el dolor invencible de su amigo decidio intervernir y absorver la mitad de ese dolor. Decidió caminar él tambén por los campos de destrucción, por el infierno de nuestra mente. Decidió compartir ese veneno. Y así terminaron, Lucio y el Capitán Chas Chas, ambos internados en el Viejo Hospital de los Muñecos, ambos con el corazón hecho pedazos...pero vivos. Con el tiempo, los dos se recuperaron. Pero nunca olvidaron las enormes lecciones marcadas en sus cuerpos. Para los dos está muy claro que la vida misma es un territorio salvaje.