viernes, 22 de agosto de 2008

Gracielito, la semilla del mal

Gracielito... Después de la frustrada empresa de catering involucrando ardillas pre-fallecidas, fue vinculado -aunque en principio sin mucha convicción por el Departamento de Inmigración- con la desaparición prematura e intempestiva del inmigrante ilegal John Bongazo. Unas grabaciones en vivo, una billetera con dos estampitas y una foto de aquel patético oído perfecto argentino era todo lo que quedaba de este joven músico que se había tragado la tierra.
Gracielito había emigrado a los USA en los años 80, escapando del desastroso divorcio de sus padres. Allí se casó con una bonita redneck, hija de un agente operativo de la CIA, por lo que aprendió de reojo diversas tácticas de moderno ninja: puede sobrevivir a un holocausto nuclear con una naranja y una bicicleta Legnano plegable, también puede clonar teléfonos celulares, tarjetas de crédito, etc.
Su personalidad múltiple funciona como un aceitado scanner de la realidad, lo que no ve una faceta de su persona, lo ve la otra: es una analista brillante. Vivió años en un trailer, perfeccionando su inglés y anticipando el moderno cartoneo de la Buenos Aires actual. Y juró salir de ahí, como sea... Esa voracidad, más la sapiencia de su padre político, y sus aceitados (lubricados, a veces) contactos con el tercer mundo generaron el monstruo que es en la actualidad.
Cuando se lo llevaron esposado sonreía. ¿Qué era la libertad, sino una ilusión?






1 comentario:

White Groncho dijo...

Buenisimo! Los contactos estaban aceitados (lubricados, a veces)!