jueves, 2 de diciembre de 2010

La antigua e hipotética fórmula de la felicidad de los sabios

¿La fórmula de la felicidad para un sabio? Esto viene desde antiguo:
a) enfatizar, cuidar, apreciar, disfrutar y focalizarse únicamente en lo que tiene (bienes, personas, sensaciones, experiencias, salud, etc.);
b) lo que considera que le falte en forma total o parcial (bienes, personas, sensaciones, experiencias, salud, etc.) no es objeto de ningún tipo de regodeo o especulación. Lo deja ir, de esa forma, neutraliza la angustia.
***
Es decir, el vaso siempre está "medio lleno", por lo que al vivir focalizado en lo que tiene, el sabio carece de angustia.
Esto también es conseguido por aquellos que se focalizan en el momento presente (dejando ir el pasado, despreocupados por el futuro). Por lo tanto, tal vez podrían ser dos doctrinas zen paralelas: soy el presente, soy lo que tengo. Soy.
***
Lo dicho previamente, a su vez, se amalgama con un refrán popular que dice que "rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita".
Un sabio no necesita de una determinada cantidad de bienes, de personas, de sensaciones, de experiencias, etc., para considerarse rico. Solo le basta con ser conciente de lo que tiene; por lo tanto, es muy poco lo que necesita.
***
Subyace a todo esto una cualidad inevitable: la conciencia (sin la cual, el hombre es un ser automático, irreflexivo, apenas más evolucionado que un perro). Sin conciencia, no hay despegue posible. Cualquier método de desarrollo de la conciencia es válido.
***
Cualquiera de nosotros podrá alcanzar la sabiduría, que tal vez sea similar a la iluminación. Pero esas ya son cuestiones que carecen de importancia, porque en definitiva, el fin -per se- es intracendente. Lo que importa es el camino. El Universo mismo es un camino, en constante movimiento; no hay una meta fija, y si la hubiera, su comprensión nos excede.
***
También podrían las cosas ser al revés. Pero esto también es irrelevante.
Que sean felices.

No hay comentarios: